¡Buenos días a todos!
Esta semana ha empezado un simulacro de primavera y lo único que tengo ganas es de calle, calle ¡y más calle!
Pero como todavía ni se me ocurre sacar la ropa de primavera, voy a hablaros de algo que no tiene nada que ver: el consumismo.
Cuando iba a la universidad tenía una asignatura que se llamaba «comercialización y retailing» y la profesora nos hablaba sobre los ciclos de compra de los productos, un tema realmente interesante y que ilustraba con el siguiente ejemplo:
“¿Recordáis aquel envase nuevo que sacó El Pozo (me parece que era El Pozo, pero no me hagáis mucho caso…) para el fiambre? ¿Este que permitía cerrarlo completamente y que se conservara durante más tiempo? (Yo si lo recuerdo, aunque de esta historia ya hace un tiempo jajajaja) ¿Y sabéis porque lo retiraron? Resulta, que con los envases anteriores, la última o dos últimas lonchas se hacían feas y terminabas tirándolas (o sea, que no las consumías a pesar de haberlas pagado) así que a lo largo del año comprabas… pongamos que 14 paquetes de fiambre. En cambio, con el formato nuevo, al consumir todas las lonchas, en vez de comprar 14 paquetes, comprabas 12, con lo que, aún valiendo lo mismo, la empresa perdía dinero porque existía una menor compra del producto”.
Pues bien, ahora traslademos este ejemplo a pintauñas, maquillajes, cremas, pintalabios, rimmel, etc.
Tu compras (y pagas) 30 ml de tu maquillaje favorito y resulta que al final, solo puedes utilizar 27 ml (como mucho) porque el resto ya no sale del bote…
Así que voy a ir producto por producto para daros algunos consejitos que os ayuden a aprovecharlos al máximo y cuando los pongáis en práctica, ¡os sorprenderéis de la cantidad que estabais tirando a la basura!
RIMMEL
Primer consejo para el rimmel: cuanto menos metáis y saquéis el pincel del bote, más tardará en secarse, ya que le entrará menos aire.
Segundo consejo: cuando veáis que se está secando, echad una gotita de aceite de oliva al bote y removed (calcularéis mejor la cantidad que echáis si lo hacéis sobre el pincel) y así hidrataremos lo que quede para poder seguir usándolo un poco más.
PINTAUÑAS
Yo no suelo pintarme las uñas, así que cuando lo hago, me encuentro el pintauñas ya medio seco… El truco para esto es ponerlo al baño maría, pero como a mí me da mucha pereza, lo que hago es calentar una taza con un dedito de agua en el microondas hasta que hierva y luego meter el pintauñas dentro. Cuando ya no hierve, lo voy sacado y moviendo para que la pintura esté más liquida.
Nunca, nunca jamás, mezcléis el pintauñas con acetona, ¡os lo cargáis!
Y para aprovechar al máximo todo el pintauñas, el único truco que hay, es ponerlo boca abajo con cuidado, o incluso, dejar caer una gota sobre la uña y restregarla. Eso y tratar de elegir los pintauñas con el pincel más largo (si os fijáis en la tienda, veréis que sí que hay diferencias entre la longitud de unos y otros).
CORRECTOR DE OJERAS EN BARRA Y PINTALABIOS
En ambos casos los trucos son los mismos, así que hay van:
En el caso de que se rompa la barra (cosa que pasa super a menudo), ¡no entréis en crisis!, tiene arreglo: primero, cogéis las dos partes y las metéis una horita el congelador; luego las sacáis y calentáis el extremo de la parte que solo es pigmento con un mechero o con una vela y cuando este blandito, lo unís a la otra parte, comprobáis que sube y baja y de nuevo al congelador otro par de horitas… ¡Y voilá! Solucionado.
Y cuando ya se haya “terminado el producto”… usad un pincel para labios y aprovechad el resto que queda dentro del envase, yo llevo más de un mes así con el corrector de ojeras ¡y aún no lo he terminado!
Comprad uno de calidad con una textura que os resulte agradable, porque le vais a dar mucho uso, yo opté por uno de pelo sintético de Mercadona que no llegó a costar 2 euros y estoy encantada.
Exclusivamente para los pintalabios es el siguiente truco: saca todo el producto, metelo en un botecito con tapadera, calientalo al baño maría para que se derrita y utilizalo como si fuera cacao. En este caso, puedes incluso mezclar colores para conseguir tu labial perfecto.
MAQUILLAJES Y CREMAS
En este caso, el mayor problema es la cantidad de producto que queda dentro del bote y que por más que apretemos, retorzamos, etc. nunca sale.
La única solución: cortar el bote para facilitar el acceso (aunque esto solo podremos hacerlo cuando el bote sea de plástico, obviamente).
Yo lo corto lo más pegado al final para no desaprovechar nada y luego lo meto dentro de un tarro de cristal cerrado para que el aire no lo estropee. Conforme lo voy usando, voy cortando más bote para facilitar el acceso.
La primera vez que lo hagáis alucinaréis con la cantidad de producto que ibais a tirar y nunca volveréis a hacerlo sin cortar antes, os lo aseguro.
COLORETES Y SOMBRAS DE OJOS
El problema más frecuente con estos productos es que se nos caiga y se rompa en mil pedazos… ¿A quién no le ha pasado? Menuda guarrada jajajaja.
¡Pues hasta para esto hay solución!
1. Recogemos todos los pedacitos y los ponemos de nuevo en el envase.
2. Con un palito de naranjo o unas tijeritas tratamos de desmenuzarlo para que se quede una capa lo más uniforme posible.
3. Echamos unas gotitas de alcohol para formar una masa.
4. Ponemos un trozo de papel de cocina encima y con una monedita presionamos para quitar el exceso de alcohol y que se quede una capa compacta de producto.
5. Dejamos secar un par de horitas al aire para que se evapore lo que quede de alcohol ¡y voilá!, solucionado.
Espero que a partir de ahora os lo penséis dos veces antes de tirar nada a la basura, ¡que paséis un buen finde!